Título del devocional: Estad siempre gozosos
Pasaje bíblico clave: Filipenses 4:4
¿Podemos sentir realmente gozo en nuestro corazón cuando nos afligen los pecados del pasado? ¿Podemos regocijarnos cuando nosotros o aquellos a quienes amamos enfrentamos las duras circunstancias de la vida: desempleo, problemas financieros, enfermedad, incertidumbre, dolor y muerte? ¿Cómo podemos regocijarnos en algunas de las duras circunstancias que enfrentamos en la vida?
La Biblia responde: “Regocijaos en el Señor”. Nuestro gozo como cristianos es inmutable porque se basa en Aquel que nunca cambia. A diferencia de las personas, las posesiones y las posiciones de poder, Dios nunca cambia. Él nos ama tanto hoy como el día en que fue clavado en la cruz por nosotros. Él es tan poderoso hoy como el día en que derrotó a la muerte por nosotros.
Tu trabajo puede haber cambiado. Las relaciones que tienes con los demás pueden haber cambiado. La sensación de seguridad y satisfacción que alguna vez tuviste puede haber cambiado. Pero tu Dios no ha cambiado. Y tampoco lo ha hecho tu razón para regocijarte.
En el Señor, las circunstancias externas no determinan ni deben determinar la condición de nuestro corazón. Incluso cuando todo a nuestro alrededor es oscuro y sombrío, el amor inmutable de Dios llena nuestros corazones de alegría. Esa alegría interior fluye de las promesas seguras del evangelio: la alegría del perdón diario, la alegría de que Dios está con nosotros, la alegría de que Dios hace que todas las cosas obre para nuestro bien, la alegría de que Jesús regresará nuevamente para llevarnos a estar con él en el cielo.
Reflexiona sobre esa alegría hoy mientras piensas en cuánto te ama Dios a través de Jesús. ¡Y luego regocíjate! ¡Siempre!