Título del devocional: Luchando contra el pecado
Para resistir la tentación, dedica tiempo regularmente a la Palabra de Dios.
Pasaje bíblico clave: 1 Corintios 10:1-13
Dios estableció límites protectores para sus hijos porque conoce los peligros de la desobediencia. Su Palabra nos advierte que no cedamos a la tentación, sino que sigamos a Jesucristo en una vida de sacrificio.
En contraste, el mundo dice que la satisfacción se encuentra en la riqueza, el estatus y los amigos. El objetivo de Satanás de alejarnos de Dios comenzó con la tentación de Adán y Eva. El Creador les había dado acceso a todos los árboles del Jardín del Edén excepto a uno. El primer hombre y la primera mujer traspasaron el límite establecido por el Señor, comieron del fruto prohibido y se separaron de Él. Satanás usó la duda ("¿Conque Dios os ha dicho?"), el engaño ("No moriréis") y el autoengaño ("Seréis como Dios") para lograr su objetivo (Génesis 3:1-5). Hizo que la rebelión contra Dios, que es la raíz de todo pecado, pareciera muy atractiva. Y los métodos del enemigo son los mismos hoy.
Afortunadamente, al sumergirnos en las Escrituras, podemos aprender a resistir la tentación. Debemos centrarnos en conocer a Dios, creer en sus promesas y seguir sus mandamientos. Solo a través de nuestra relación con Jesucristo podremos perseverar ante la tentación y obedecer al Señor (1 Corintios 10:13).
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